Una lástima. El Porve, repleto de buenas intenciones, no logra salir del empate. Ésta vez fue ante el timorato San Miguel, que sólo recurrió a la fricción y a cuidarse.Es evidente que si los jugadores de El Porvenir se levantaron con el pie derecho, algo raro tendría que pasar para que no se lleve los tres puntos ante este San Miguel. Sin dudas la expulsión tempranera del Chipi Vera cambió el panorama del partido y las posibilidades del Porve se alejarían. Sin embargo, con un hombre menos, el único equipo que hubo en cancha fue el de Sergio Benet, y llegó innumerables veces frente al arco de Juan Gómez. Pero lo cierto, es que a Lucas Andrich nunca le pudo llegar la pelota, y por eso fue reemplazado en el entretiempo. Su lugar fue ocupado por Pablo Quiroz, quien jugó algo más retrasado que Andrich y le dio algo más de juego y de nexo entre el mediocampo y el arco del Trueno Verde.
Por eso fue, que en el complemento se vio lo mejor de los de Gerli, sobre todo luego de la extraña expulsión de Leandro Rodríguez. Así fue como Lucas López logró jugar un poco más, Gómez se encargó de ligar todas las patadas adversarias y de tocar con criterio, y las subidas constantes de Pablo Borges hicieron inclinar el campo contra el arco que da espaldas al Viaducto José María Paz. Pero cuando El Porve logró ser más punzante, fue con el ingreso del colombiano Richard Murillo. El Negro fue, quizás, lo más ofensivo que tuvo el equipo, aunque careció de claridad y lucidez a la hora de terminar las jugadas. Las dos más claras las tuvo Lucas López: La primera, recibió de Murillo tras una gran jugada individual del moreno y remató desviado en inmejorable posición, y la otra, fue el tiro libre al segundo palo que superó a Juan Gómez y fue devuelto por el travesaño cuando ya todos gritaban el Uno a Cero. Sin embargo, San Miguel casi se lleva los tres puntos en una jugada que derivó en un remate cruzado y fuerte de Juan Fontenla (lo más rescatable en el visitante) que se fue apenas rozando el palo.
El marcador finalmente no logró modificarse y terminó castigando a un equipo que no logra serenarse a la hora de pisar el área, y premiando al que prácticamente no hizo nada para sumar puntos en Gerli.
