UN MAL PORVENIR

El Porvenir sumó una nueva derrota, que deja preocupación y abre interrogantes de cara al futuro. En un partido chato, y muy parejo por momentos, Central Córdoba sacó ventaja gracias a Lazo, la figura del partido, y El Porve no supo cómo revertirlo.
El primer tiempo mostró al equipo visitante saliendo a jugar con dos líneas de cuatro, con el “Lorito” Jiménez abierto como volante por izquierda y Del Corro por derecha, intentando sumarse al ataque y acompañar a ver y Solchaga. El local, con un equipo casi igual al que perdió frente a Boca entresemana por Copa Argentina, prevaleció en el mediocampo con Lazo y Murúa, y llevó peligro con Figueroa como número 9, bien acompañado por el movedizo Lezcano. Así, con un cabezazo de Figueroa alto y un mano a mano que Valiñas tapó a Lezcano, Central Córdoba se arrimó en los primeros minutos.

El Porve se fue asentando en el medio, con De Seta y Del Corro en el doble cinco, y fue equilibrando el juego hasta llegar al arco de Leguizamón a través de un tiro libre de “Chipi” Vera que tapó muy bien el arquero al tiro de esquina. Luego, un cabezazo de Kees desviado y poco más pasó en el juego. A Jiménez se lo vio activo, recuperando balones, pero no llegaron los esperados encuentros con Vera y Solchaga.
La primera mitad se fue con la pelota más tiempo por el cielo rosarino que en el césped irregular del Gabino Sosa. Para la segunda mitad, con Rapa mirando el partido desde la tribuna por haber sido expulsado por el árbitro, se esperaba que el Porve pudiera aprovechar la merma física que inevitablemente iba a sufrir el local por haber jugado cuatro días antes. Sin embargo, no fue así. La segunda mitad fue más de lo mismo, imprecisiones, pelotazos, poco juego asociado y lucha en el mediocampo. Un buen pase del ”Lorito” para Solchaga, que el rubio delantero remató desviado, y un posterior tiro de afuera de De Seta, fueron las llegadas del Porve. Central Córdoba, ya sin Murúa por banda izquierda, apeló al criterio de Lazo, ese buen volante por derecha que seguía manejando el balón. Así fue que un tiro suyo dio en el palo derecho de Valiñas y casi se transforma el primer grito de la noche.
Rapa apostó al ingreso de Paredes por Del Corro y Gamarra por Solchaga, pero los cambios no surtieron efecto, no llegó la profundidad esperada. El partido seguía siendo de bajo vuelo, y cuando parecía que nadie iba a poder romper el cero, apareció una gran habilitación del ingresado Salinas para Lazo (en off side?) para que el 8 defina ante la salida de Valiñas. A partir de ahí fueron todos nervios en el Porve, que intentó con centros cruzados, pero nunca encontró el camino. Llegó un penal de Marín sobre Lezcano, posterior expulsión de Marín y el propio Lezcano que remata al travesaño. Pero ya no había más tiempo, ni ideas. El Porvenir se vuelve a Buenos Aires sin nada, con la sensación de no haber podido aguantar el cero, en el arco propio, ni haber podido quebrarlo en el de enfrente. Así, el presente se pone oscuro, el promedio se mira con seriedad y la esperanza de mejorar queda, una vez más, para el próximo fin de semana.
Ramiro Pita