El comienzo del partido fue prometedor. A pesar de haber sufrido tres situaciones de gol en la misma jugada (notables intervenciones de un reaparecido Nahuel Valiñas), el equipo de Orlando Perazzo tomó el protagonismo del partido. Jonathan Ceratto se juntaba con Walter Jiménez y le dieron algo de fútbol al mediocampo local, Ricardo Vera entró muy picante y Diego Gamarra, al acecho, las corrió todas y dio la sensación de que, tarde o temprano, abriría el marcador. Sin embargo, en la jugada más clara, el gran desborde y posterior habilitación del Chipi Vera encontraron la mala resolución del propio Gamarra en una inmejorable posición. Los minutos corrían y El Porve no lograba abrir el marcador. Para colmo, en Liniers, comenzó a hacer su aparición en el encuentro el incontenible Hugo Palmerola. El Diez probó al arco sin fortuna un par de veces, aunque complicó con sus movimientos desequilibrantes que le dieron más de un susto a Valiñas y compañía. Con un Porve asustado y con una justa igualdad, se fue la primera etapa: 0 a 0. El segundo tiempo terminó por alarmar a los pocos fieles que le hicieron el aguante al equipo. Los jugadores locales perdieron con claridad la batalla del medio campo en el complemento. Luis Avilés dejó la cancha en lugar de Gabriel Toloza para encontrar mayor claridad en el arco adversario, donde el Chino Monllor se complicó innecesariamente en algunas jugadas. Lo cierto es que quien encontró claridad en el juego fue el conjunto de Villegas. Palmerola siguió jugando y nunca sintió el cansancio. Y, si a eso le sumamos que El Porvenir nunca más lograría inquietar a la última línea celeste, terminó por darse un 0 a 0 con gusto a poco para la visita. Ahora los de Gerli necesitan sumar de a tres en el Bajo Belgrano, si es que no quieren verse en zona de Promoción la fecha que viene. ¿El Porvenir? Totalmente oscuro. La permanencia del equipo en la “Categoría Papelón” en la que está, pende de un hilo.
