UN PRESENTE QUE PREOCUPA (RAMIRO PITA)

El Porvenir empató en cero esta tarde como local ante Liniers, un rival a priori inferior pero que se plantó de igual a igual en la cancha y, en el segundo tiempo, estuvo más cerca de ganarlo que el equipo de Perazzo. Con un mediocampo compuesto por cuatro volantes, más Walter Jiménez unos metros más adelante, El Porvenir ganó la mitad de cancha en el primer tiempo, presionó la salida del rival y manejó mejor el balón. Sin embargo, las oportunidades más claras estuvieron en el arco de un Nahuel Valiñas que respondió con creces a la confianza que en le depositó el DT al devolverle la titularidad. Primero con una doble tapada a puro reflejo a Maximiliano Portillo ni bien iniciado el jugo (en una llegada de Liniers que también incluyó una salvada de Peralta sobre la línea) y, ya sobre el final de la primera etapa, sacando abajo un remate de Figueroa. El Porve en esos primeros 45 minutos trató de jugar por abajo, con el manejo del “Lorito” juntándose con Vera y Gamarra, sumándose las subidas por las bandas de Del Corro y Ceratto, pero faltaba claridad. La jugada de mayor peligro fue un desborde del “Chipi” que encontró a Gamarra mano a mano con Monllor, pero el delantero definió desviado. Después hubo varios remates desde afuera sin mayor peligro para el arco visitante. Liniers, con orden y lanzando a sus volantes Aversa y Cuevas a la espalda de los mediocampistas externos del Porvenir, generaba mayor peligro, aún teniendo menos la pelota. La segunda mitad mostró mejor al visitante, que transformó en figura a Valiñas. Palmerola definió mal en un mano a mano, y el arquero del Porve se lució tapando dos tiros de esquina muy cerrados y un tiro libre de Maldonado cerca del final. Por el lado del local, tuvo una clara Diego Gamarra frente a Monllor, pero tardó en definir, la jugó atrás y Vera remató alto, y la jugada más peligrosa estuvo en los pies del 2 rival. Cabrera quiso despejar, la tiro hacia atrás con su arquero adelantado y la pelota pegó en el travesaño. El Porvenir buscó siempre el ataque, Perazzo lo demostró con los cambios, sumando gente en ataque, aunque eso no garantiza mayor dominio ni peligro sobre el arco rival. Y Liniers, con el orden del principio del partido, terminó manejando la pelota y llevándose un punto de Gerli. El Porve no pudo de local, no supo quebrar a un rival prolijo y, más allá de las intenciones, y si bien sumó de a uno, no pudo aprovechar la oportunidad para lograr tres unidades que lo alejaran un poco de la zona baja de los promedios. Quedan cinco finales para que el equipo pueda salir del fondo de la tabla y respirar aliviado, luego de una temporada donde lejos quedó el objetivo de pelear por ingresar al Reducido.