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A pesar de haber remontado increíblemente un 0 – 2, El Porvenir perdió con Midland en la última jugada y quedó condenado a la lucha por el descenso en las dos jornadas restantes.

Buen clima se respiraba en el plantel del Porve que arribó a Libertad. Es que el cambio de DT y la victoria ante Talleres le dieron un envión anímico que lo ilusionaba con ganar ante Ferrocarril Midland y resultar inalcanzable para Sacachispas y Alem.

Sin embargo, cuando Américo Monsalvo pitó el inicio del partido, el Funebrero tomó las riendas del partido y se animó a acercarse al área de Nahuel Valiñas. En esta primera etapa, el Uno de los de Gerli trabajó mucho, y bien, para mantener el cero en su arco, cero que sólo pudo quebrar Diego Figueroa cuando recibió el pelotazo de Luciano Castillo y habilitó a Daniel De Santis para que empujara la pelota y marque la apertura del marcador.

El Porvenir no iba a poder reaccionar en los primeros cuarenta y cinco minutos, por el contrario, los pocos minutos que le quedaban terminaron siendo propiedad del conjunto dirigido por Facundo Besada.

En el complemento, el dominio siguió siendo exclusivo del local, con el gran trabajo de De Santis y sus proyecciones por derecha. A poco de haber comenzado esta etapa, llegó un exagerado 2 a 0 gracias a un error de De Seta, en su único error, y al oportunismo goleador de Ezequiel Cérica.

Ahí se despertó El Porvenir. El ingreso de Diego Gamarra, sumado a los anteriores de Aguirre y Toloza, le cambió la cara al equipo de Luis Ventura. Luego de ganar la mitad de la cancha (Aguirre fue importante), se dedicó a intentar descontar y lo logró gracias a un rebote que pescó Gamarra en el área para definir ante la desesperada salida del “conejo” Barrera.

Al toque, una mano de Carpintero le posibilitó al “Chipi” Ricardo Vera colocar un tiro libre con maestría para establecer un empate tan emotivo como exagerado. Pero la expulsión de Leo Aguirre, antes de ejecutarse el tiro libre de la igualdad, le restó chances a un Porve que tenía resto y moral como para ganarlo.

Finalmente el conjunto de Gerli trató de resguardar el empate y lo pagó caro: un tiro libre polémico en la última jugada del partido, lo dejó con las manos vacías.