QUE GOCEN LOS RATONES (GUIDO GUICHENDUC)

¡Rock maravilla para todo el mundo! Algunos festejan. El Porvenir, frente a las cámaras de televisión, venció a Defensores Unidos y jugará un año más en la Primera C.

Se terminó la agonía. El Porve finalizó una temporada tan mediocre como alocada y alcanzó una salvación final gracias al gol del gran Ricardo Vera, al fútbol de Walter Jiménez y al cambio de aire que trajo Luis Ventura, cara visible e ideólogo de este Porve que tendría que haber aparecido hace varias fechas (al menos esta versión que viene ganando con oficio de local).

Dependía exclusivamente de ellos mismos. Los once elegidos para afrontar este partido, que podía aliviar a un plantel cabizbajo o que hundiría al Porve en su etapa más humillante, saltaron a la cancha por vez número treinta y ocho para enfrentar a este CADU que presentó un conjunto de juveniles y suplentes para acompañar al eterno goleador: Ángel Darío Lema. Con este panorama, el principal escollo que debía sortear el cuadro de Gerli, eran sus propias limitaciones y sus nervios.

Antes de que se generara cualquier duda, Pablo Solchaga armó por derecha, cedió para Vera, y el Chipi resolvió como nos tiene acostumbrados: giró ante Andrés Siena y le dio cruzado de derecha para vencer a Nico Peranic y sentenciar el resultado y la suerte de los perseguidores en el promedio. Decimoséptima conquista del delantero con la camiseta del Porve: 16 por el torneo de la Primera C, que lo vio como máximo goleador, y el restante en Ezeiza ante Tristán Suárez por la Copa Argentina.

A partir de la tempranera apertura del marcador, se vio por qué El Porvenir penó por su permanencia hasta la última fecha. Sin los errores habituales en defensa, jamás logró hacer pie en la mitad de la cancha, territorio en donde prevaleció la juventud zarateña y se arrimó en un par de ocasiones a Nahuel Valiñas, quien respondió sin sobre saltos.

El segundo tiempo quedó para la estadística, en parte. Sin correr peligro su propio arco (salvo las excepciones habituales) la gente se quedó a ver si Solchaga o Diego Gamarra, luego, lograrían ampliar un marcador que estaba predestinado a partir del poco compromiso del planteo visitante sumado a la constante presencia del Chipi Vera en el arco adversario.

Final para el partido y para una temporada olvidable en cuanto a los números, pero difícil de ignorar teniendo en cuenta la participación en la Copa Argentina y la extraña irregularidad que desencadenó en la casi catástrofe del final.

Se fue Alem, aún pelean Luján y Deportivo Español. A El Porvenir, como quedó demostrado en la tribuna, sólo lo hace grande su gente: Siempre estuvo en las malas, las buenas (esperemos) ya van a venir… ¿Vendrán a partir de Agosto? Sólo Garrafa lo sabe.