UN TRIUNFO QUE ALIMENTA LA ILUSIÓN

El Porvenir consiguió esta tarde en el Bajo Belgrano tres puntos fundamentales para confirmar que el gran arranque de campeonato no es casualidad. El equipo del “Loco” Enrique derrotó por 2 a 1 a Excursionistas y, al tiempo que se aleja de a poco de la zona baja del descenso, disfruta de estar puntero de la Primera C.

Ante un rival golpeado que aún no cosechó puntos en el torneo, El Porvenir presentaba por cuarta fecha consecutiva el mismo equipo titular, pero con un cambio de esquema. El 4-4-2 dio paso a un 4-3-1-2 con Segovia como volante por derecha, Lovisa como único volante central, Argüello suelto como enganche y Ferreyra acompañando a Fernández en la delantera. Y, a pesar del ser el equipo visitante quien siempre trató de jugar la pelota al piso, la variante táctica no surtió buen efecto ya que Segovia no pareció sentirse cómodo en esa posición y Ferreyra no se conectó con Fernández en los metros finales.

A los 11 minutos de juego, y casi sin proponérselo, Excursionistas llegó al gol. Guapeada de Hollembach por izquierda que le gana la posición a Segovia, centro al primer palo y cabezazo a la red de Héctor Amarilla, anticipando la salida de Manuel Peralta. Si el 1 a 0 abajo era desalentador, las cosas parecían complicarse a los 19, cuando Javier Peralta le fue fuerte arriba y abajo a Hollembach, que le devolvió una patada y la agresión mutua terminó con la correcta expulsión de ambos por parte del árbitro Cristian Benítez. Sin embargo, este episodio le permitió al Porve acomodarse mejor, con línea de tres en el fondo (Fragueda, Marín, Nieva), la vuelta de Segovia y Lovisa al doble cinco y, cambio fundamental, el retrasar a Ferreyra como volante por derecha.

Por el lado del local, el DT Rizzo mandó al lateral izquierdo a Sotelo, y eso hizo que se generara un espacio amplio para la velocidad y habilidad de Diego Ferreyra, quien, arrancando desde más atrás, fue inteligente para llegar al área con diagonales y ganarle en el mano a mano al improvisado lateral de Excursionistas. Y también jugó a favor del Porvenir una cuota de suerte, ya que luego de un cabezazo de Gerling, que salió cerca del segundo palo de Peralta, llegó un pelotazo cruzado al área local, Leandro Lugarzo quiso jugarla atrás de cabeza hacia el arquero Fasanella (jugó adelantado todo el partido), éste quedó a mitad de camino y la pelota ingresó tranquila al arco. Con el 1 a 1 El Porve no se conformó y fue a buscar más.

Desde el mediocampo Lovisa manejaba los tiempos y el fondo se mostró firme con Marín ordenando la línea de tres. Y fue el capitán quien inició la jugada del segundo gol saliendo desde el fondo con pelota dominada, pase para Fernández, que lo ve solo a Ferreyra por derecha y se la tira al vació, falla en el cierre Sotelo, Ferrreyra entra al área, gambetea al arquero, hace lo mismo con un defensor y define al arco vacío. Golazo merecido para uno de los mejores jugadores del Porvenir en este arranque de torneo.

El segundo tiempo estuvo prácticamente demás. El Porve cedió pelota y terreno al local que, obligado por el resultado, se adelantó en el campo pero sin ideas claras y dejando siempre la sensación de fragilidad en su última línea. El Porve tuvo poco la pelota y apostó a un contraataque que nunca llegó (Argüello y Del Corro no pudieron mantener el balón como en otros partidos y Ferreyra y Fernández sintieron el desgaste físico), pero, asimismo, el local casi no inquietó el arco de Peralta, a excepción de un remate de Quintana cerca del palo derecho y de una tijera que el arquero le tapó a Cuatrín en los últimos minutos. Con el ingreso de De Seta El Porve rearmó la línea de cuatro y esperó el final del partido.

El Porvenir fue inteligente para dejar correr el tiempo sin sufrir demasiado. Lo ganó bien ante un rival incómodo, y demostró que, además de proponer buen juego, es un equipo con carácter. Se repuso de un tempranero gol en contra y de una expulsión que, lejos de condicionarlo, supo usar a su favor para acomodarse mejor en la cancha y dar vuelta el marcador.

Inteligencia, paciencia y ganas de demostrar son las claves de un equipo que empieza a despegarse de la tabla de promedios para, de a poco, con humildad y trabajo, comenzar a ilusionarse con pelear arriba.

Ramiro Pita