TODO LO QUE COMÍ ES UNA NARANJA

El Porvenir y Berazategui jugaron un partido friccionado y de ida y vuelta que terminó llevándose el “Naranja” con un gol de otro partido.

Decían que era el partido ideal para los de Gerli. El equipo de Carlos Enrique y Luis Ventura debía reponerse del golpe que fue la caída en Dock Sud (jugando mal) afrontando a Berazategui, equipo que buscaba la punta del torneo y continuar invicto.
El Porvenir, de la mano de Leandro Argüello y Nicolás Medina, trataba de aprovechar los espacios que le dejaba un equipo de propuesta futbolística generosa, como lo es el de Juan Carlos Zerrillo, pero el enganche no estuvo en su tarde y entonces el ex campeón de los JJOO de Atenas fue quien debió encontrar huecos en la sólida defensa rival y asistir a los compañeros.
Luego de una media hora en la que “El Porve” insinuaba un poco más que “Bera”, llegó el pase de Diego Ferreyra para la entrada y posterior filtración de Gustavo Fernández al área en donde fue derribado y logró que Hernán Mastrángelo cobrara penal.
El “Chino”, dolorido, se hizo cargo de la ejecución y se la entregó a César González, quien le vuelve a atajar un penal al Blanco y Negro como en aquel Apertura 2006 de la B Metro, cuando “Nacho”, que atajaba para Defensores de Cambaceres, le detenía el penal a Faustino Mellado en Ensenada.
El primer tiempo se fue con la tonta expulsión de Javier Peralta, quien agredió a un rival y fue descubierto por el árbitro asistente Adrián Nicolini.
En el complemento, luego de unos buenos minutos del local, llegó la expulsión de Diego Alcibiade por derribar al chubutense Matías Castro y llegar así a su segunda tarjeta amarilla, que debió haber complicado al equipo de Zerrillo, de no ser por lo que vino inmediatamente.
Después de que el ingresado David Rodríguez estuviera cerca de vencer a González, llegó otro verdugo de aquel Apertura 2006: Daniel Cigogna. El delantero que en aquel torneo le marcara dos goles en Gerli con la camiseta de Los Andes, le pegó desde afuera y la clavó en un ángulo (sí, igual que aquella vez) para desatar la alegría en el visitante y para darle un golpe de knock out a los locales que tardarían varios minutos en reaccionar.
Recién sobre el final pudo haberlo empatado, pero se acordó tarde de arrinconar a su rival y careció de puntería y suerte para lograr una justa igualdad.
Ahora a recuperar en Merlo Norte los puntos perdidos otra vez como local.

GUIDO GUICHENDUC