CON GARRA Y CORAZÓN

El Porvenir venció a Deportivo Español por 2 a 1 como local y volvió a la victoria luego de tres derrotas consecutivas. El equipo de Gerli, luego de un mal primer tiempo en que perdía 1 a 0, dio vuelta el resultado con coraje y actitud.

La mañana no comenzó bien para el local. Español, sorprendió saliendo a buscar el partido, con el manejo de Ingenthron en el mediocampo y la habilidad de Leguizamón y Carrizo en el ataque, ganándoles a los defensores del Porve, que se mostraban dubitativos y con errores generados por el estado del campo de juego, rápido y resbaladizo.

De esta manera, Español manejaba el balón, lo distribuía con criterio y ganaba también los rebotes. No extrañó entonces que antes de los 10 minutos el visitante generara varias situaciones, con un cabezazo alto de García tras una fallida salida de Manuel Peralta, un remate desviado de Leguizamón ingresando por izquierda y un taco de Arrúa Miranda dentro del área que se fue cerca del palo izquierdo. Con ese panorama, a los 10 minutos, luego de un quedo defensivo, Leguizamón quedó mano a mano con el debutante Landa y sacó el centro al medio para la solitaria entrada de Franco Romero, quien cabeceó al gol ante la salida de Peralta.

El Porvenir, obligado a buscar el empate, tuvo más la pelota pero nunca la jugó con acierto. El doble cinco con Medina y Lovisa no recuperaba ante la presión del mediocampo “gallego”, Ferreyra y Del Corro no pesaban por las bandas y arriba Rodríguez no tenía compañía para jugar el balón cada vez que le llegaba. Por eso Benítez, clásico 9 de área, no tuvo ninguna chance clara en la primera mitad ya que la pelota jamás le llegó limpia. A los 30 minutos, el árbitro Mauro Biasutto expulsa a Arrúa Miranda por roja directa tras un codazo a Benítez, lo que generó el ingreso de Zambrano en el visitante para rearmar la defensa, sin resignar gente de ataque (salió Berra, volante por derecha).

El Porvenir, sin ideas, con los caminos cerrados por las puntas, apenas llegó con una tijera de Marín tras un tiro libre, que se fue alto por sobre el ángulo izquierdo del arco defendido por Gerardo Cabral. Español jugó un buen primer tiempo y pareció adaptarse mejor al estado de la cancha. Por el lado del Porve, los nervios en el campo, trasladados también a la tribuna, mostraban un equipo impreciso, inconexo, sin ideas para generar situaciones de gol y con grietas defensivas.

Para la segunda mitad, la dupla técnica Enrique – Ventura decide el ingreso de Argüello y Castro por Nieva y Rodríguez, parando al equipo con línea de tres en el fondo (Landa, Marín, De Seta), el mediocampo se mantuvo con Ferreyra y Del Corro por las puntas más el doble cinco, Argüello como enganche y Castro acompañando a Benítez arriba. El local, obligado, salió con otra actitud a jugar la segunda mitad, más agresivo y punzante. Español, si bien sintió la diferencia numérica, apostó a la contra con la velocidad de Leguizamón (la figura del equipo de Franzoni), y tuvo el segundo con un remate del propio delantero que Peralta sacó al corner.

El Porvenir empezó a merodear con mayor asiduidad el arco de Cabral, primero con una media vuelta de Castro que se fue alto, y un posterior cabezazo de Benítez que salió pegado al palo izquierdo. Español contestó con un remate cruzado de Ingenthron y El Porve lo tuvo con un tiro de media distancia de Benítez que salió por detrás del arco. Pero el local empezaba a ser más en el juego y, sobre todo, en actitud, arrinconando de a poco a Español, no con un fútbol vistoso, pero sí con el coraje necesario para no dejar escapar nuevamente puntos en Gerli.

Del Corro y Castro encontraron huecos por izquierda para ganarle a la floja marca de Graieb en el lateral derecho, Argüello parado detrás de García manejó más el balón y Ferreyra por derecha ganaba la espalda de Zambrano. El propio Ferreyra tuvo el empate luego de una muy buena habilitación de Benítez (figura del partido), pero Cabral tapó al tiro de esquina, hasta que a los 30 minutos, Del Corro recibió por izquierda, enganchó en el área, remató mordido y la pelota fue al punto penal, donde Matías Castro sacó una media vuelta que se coló arriba, en el arco de Cabral. El empate era justo a esa altura, pero El Porve fue por más y lo consiguió cinco minutos más tarde, de contraataque. Centro ofensivo de Español, rechazo de Del Corro, Benítez recibe parado en mitad de cancha y, frente a dos defensores “gallegos”, aguanta la pelota y la cruza para la llegada de Diego Ferreyra que pica el balón por sobre la salida del arquero. Golazo para la victoria, desahogo y alegría en la cancha y en las tribunas.

De allí al final, con el ingreso de Basterrechea (criterioso parea manejar el mediocampo por un cansado Medina), el manejo de Argüello y las subidas de Castro por izquierda, El Porvenir supo tener la pelota y desperdició varias chances para liquidarlo. Pero la victoria ya estaba consumada.

El Porvenir logró una victoria ajustada pero merecida en el balance final. Después de un muy flojo primer tiempo, el equipo cambió a tiempo, respondieron los ingresos desde el banco de suplentes y se dio vuelta un partido duro ante un rival directo por el descenso. No con buen juego (aún hay cosas por mejorar), pero sí con garra y actitud. Y eso en el fútbol también es meritorio.

Ramiro Pita