SI NO SUFRE NO VALE

El Porvenir superó la primera ronda de la Copa Argentina al derrotar por penales 3 a 2 a Deportivo Paraguayo, luego de empatar 1 a 1 en los 90 minutos. Tal como se esperaba, el equipo de Enrique – Ventura asumió el protagonismo desde el minuto inicial, pero sin poder desplegar un gran nivel futbolístico, ante un rival que se dedicó a no jugar, a esperar algún error de la defensa local y hacer tiempo buscando siempre los penales.

El primer tiempo, luego de unos minutos iniciales parejos, mostró al Porve con dominio del balón, en especial por las bandas, con De Seta y Chaves por derecha y Quiñones y Blanco por izquierda, ganando las puntas cada vez que se lo proponían. A ello se le sumaban los buenos primeros minutos de Hernán Asim, peligroso y gambeteador. Un remate de Quiñones con poco ángulo entrando por izquierda y un zurdazo de Blanco que el arquero Donet envió al corner fueron las jugadas más peligrosas del local, que manejaba el balón y abría bien la cancha, pero sin lograr profundidad. Hasta que a los 25 minutos, luego de un muy buen desborde de Chaves (figura de la cancha, manejando el juego en la etapa inicial) por derecha, el posterior centro del volante encontró la cabeza de Matías Castro que parado como 9 dentro del área derrotó al arquero de los guaraníes.

Con la ventaja a favor, y ante un rival que no se animaba a cruzar mitad de cancha, El Porvenir siguió manejando la pelota, distribuyendo en el mediocampo desde los pies de Lovisa, pero sin ser claro en los metros finales, sin tener chances peligrosas para aumentar el marcador. El local jugaba tranquilo ante la pasividad de un Paraguayo que sólo pisó el área de Valiñas con un remate de Pugliese que, trabado por Marín, terminó en corner. Sin embargo, cuando se jugaba tiempo de descuento, una muy buena jugada personal de Jonathan Soto, volante central visitante, culminó con un remate defectuoso al arco pero que, ante el quedo de los centrales del Porve, ubicó la punta del botín de Pugliese, que definió ante la salida de Valiñas. Empate injusto pero, al mismo tiempo, llamado de atención para la última línea del Porvenir, que pagaba caro la distracción ante un rival que mostró una eficacia absoluta (un tiro al arco, un gol).

Para la segunda mitad, El Porvenir mantuvo la pelota y fue de a poco empujando a Paraguayo contra su valla. El visitante avisó con un cabezazo de Benítez a los 2 minutos que murió en manos de Valiñas, y de allí hasta el final se dedicó a revolear la pelota, hacer tiempo y pegar en demasía ante la mirada y permisividad del árbitro Rodrigo Pafundi, de muy mal desempeño. El Porve con ímpetu pero con poco fútbol, buscó con los ingresos de Cuevas (por Chaves, cansado) y más tarde de Rodríguez por Asim, la profundidad de la que careció en la mayor parte del juego.

Un remate mordido de Rodríguez y un tiro alto de Lovisa fueron los primeros avisos, hasta que llegaron las jugadas de gol más claras. A los 27 minutos, luego de un desborde de Cuevas (encarador y veloz por derecha), Castro definió incómodo con el arquero vencido, y un minuto más tarde, David Rodríguez lo tuvo mano a mano, pero su remate dio en el travesaño y salió por sobre el arco.

Hasta el final del partido, cobró trascendencia (negativa) la actuación de Pafundi, que omitió un clarísimo penal a Castro que fue dado vuelta dentro del área, y dejó pegar a Paraguayo, que sólo se quedó con 10 a falta de cinco minutos por expulsión del ingresado Funes por doble amarilla tras un simple agarrón. El Porvenir lo fue a buscar pero chocó contra el arquero Donet en un tiro libre que le tapó a Nicolás Medina y una doble atajada ante Cuevas y Rodríguez.

Se llegó así a la lotería de los penales. Convirtió De Seta (en su partido 100 con la camiseta del Porve), falló el arquero Donet (reventó el travesaño), convirtió Marín, descontó Castillo, y el Porve tuvo su momento de zozobra con los penales consecutivos que Donet le atajó a Lovisa y a Rodríguez. Cuando Martínez había empatado la serie, apareció la figura de Valiñas para detener a mano cambiada el remate de Mercado, que hubiese volcado el marcador a favor de Paraguayo. Cuevas convirtió el quinto penal y Murtari desperdició el suyo por sobre el travesaño.

Desahogo para El Porve. Fue tan inmerecido llegar a los penales como cierto que el Porve no mostró un buen nivel futbolístico y sufrió más de la cuenta para superar a un rival muy limitado, que aprovechó la única jugada de gol que tuvo en el partido y luego se dedicó a consumir los minutos. Que la victoria en la Copa sirva como envión anímico para el campeonato y para trabajar con mayor tranquilidad pensando en recobrar el buen juego de los primeros partidos del torneo.

Ramiro Pita