GOLPE AL ANIMO

El Porvenir fue derrotado como local 1 a 0 por el CADU, en un partido importante pensando en los promedios del descenso y en el que el equipo de Enrique y Ventura no jugó bien y no encontró el fútbol al ras del piso que demostró en otros encuentros.

Desde el minuto inicial, se vio a Defensores Unidos mejor parado en cancha, ganando el mediocampo con la movilidad de sus jugadores, que no tuvieron una posición fija, intercambiando permanentemente sus lugares, lo que complicaba a la última línea del Porve. Con la movilidad de Lucas Ceballos (figura de la cancha) por derecha e izquierda, el manejo de Cáceres Silva y de Flegenal, el visitante arrimó peligro con un remate desviado de Rubén Gómez y luego tuvo la más clara del primer tiempo con un mano a mano de Ceballos que ingresó al área por izquierda y su remate fue tapado de manera soberbia por Sebastián Payer (de muy buen debut), quien minutos más tarde contuvo un remate desde lejos del mismo mediocampista.

El Porvenir no aprovechaba el campo libre por derecha para atacar (De Seta, al igual que Nieva por izquierda, estuvo muy contenido), y la pelota viajaba más por el aire que estando en los pies de Chaves o Argüello para generar fútbol. Los pelotazos para Fernández y Ferreyra eran devueltos por la defensa visitante y la velocidad de los delanteros del Porve pocas veces pudo ser aprovechada con desbordes por las bandas. El local tuvo apenas unos minutos de control del balón y buen juego cerca de los 30 minutos, y con ello aparecieron las llegadas más claras: un remate de Chaves desde fuera del área que se fue muy cerca del palo izquierdo de Martín Bernacchia, y un tiro desde la medialuna de Argüello, que salió por poco arriba del travesaño. El CADU respondió con dos remates de Cáceres Silva de media distancia, uno por arriba del travesaño y el otro terminó en las manos de Payer.

Si bien Defensores Unidos era un poco más en el balance general, el 0 a 0 estaba bien. Para la segunda mitad, El Porvenir manejó más la pelota, retrasando a Ferreyra a la banda derrecha del mediocampo y adelantando más a Argüello, con Chaves cerrándose al medio para formar un doble cinco con Medina, aunque no pudo crear demasiado peligro en el arco rival. El visitante empezó a retrasar sus líneas, denunciando su intención de que un punto no le caía mal. Ceballos seguía siendo el jugador más peligroso, y un remate suyo terminó en las manos seguras de Payer. El Porve busco mayor agresividad con el ingreso de Asim por un cansado Fernández, pero en una contra el CADU lo tuvo con un mano a mano de Lema que enfrentó a Payer, quien lo esperó y en el momento exacto le tapó el remate con determinación.

Promediando la segunda mitad, cuando empezaba a demostrarse aquella máxima futbolera de “el que hace el gol gana”, El Porvenir tuvo la victoria en los pies de Daniel Chaves. Córner desde la izquierda, pelota que queda picando en el área chica, y Chaves que con el arco a su merced define desviado en la chance más clara del Porve. De manera increíble, El Porvenir no se puso en ventaja, y el lamento fue aún mayor cuando a los 37 minutos, tras un centro al área local y una desatención defensiva, Julián Amado se encontró con el balón, se acomodó y definió cruzado ante la salida de Payer. Poco tiempo quedó después del gol del CADU para que El Porvenir intentara empatarlo; el empuje del local no alcanzó para generar chances de gol, más allá de la última jugada en la que Bernaccchia se quedó con un centro al área ante la arremetida de Ferreyra. Además, El Porve terminó jugando con 10 debido a que Argüello no pudo continuar en el partido por una lesión (sería un desgarro) y ya se habían hecho los tres cambios.

La derrota es un golpe al ánimo de un equipo que venía en levantada en el torneo y realizando una muy buena Copa Argentina. Tres puntos perdidos como local ante un rival directo por el promedio no dejan al Porve escapar definitivamente de la zona del descenso y, para peor, el nivel futbolístico estuvo lejos de ser el ideal en la tarde de Gerli.

Ramiro Pita