SUMÓ UN PUNTO, RESTÓ INTELIGENCIA

El Porvenir empató 2 a 2 sobre la hora el clásico con Talleres de Remedios de Escalada en un partido que tuvo de todo: golpes, expulsiones, lesiones, cuatro goles y un penal.

Ya desde el minuto inicial, la tarde se mostró complicada para el equipo de Enrique – Ventura. Al minuto, tras un centro al área y una mala salida de Manuel Peralta, en desinteligencia con su defensa, Iglesias, central de Talleres, quedó solo para empujar la pelota al fondo del arco. El Porvenir perdía desde el vestuario y debía remontar el resultado cuando casi no se había podido acomodar en cancha.

El equipo visitante empezó a manejar el balón y encontró una chance de gol en pelota parada, pero el cabezazo de Benítez quedó en las manos del seguro arquero De La Fuente. Minutos más tarde, para complicar más el partido, un codazo de Leonardo Álvarez dejó tendido en el piso a Javier Peralta, quien debió ser retirado en ambulancia y hospitalizado (se encuentra bien y fue dado de alta en el entretiempo, volviendo a la cancha de Talleres para ver el segundo tiempo), ingresando Pablo Landa en su lugar.

El partido se le iba de las manos al árbitro Cristian Benítez, de polémica actuación, y de ambos lados los jugadores entraban en clima de clásico. El Porvenir pudo haber llegado al empate con un tiro libre de Medina, que pasó muy cerca del travesaño, e intentaba llegar con las corridas de Mauro Del Corro por izquierda y el manejo de balón de Chaves por derecha, pero la pelota le llegaba poco a Castro y a Benítez en la delantera. Del lado del local, jugando con el resultado a favor, era importante la tarea de Arco y Civit en mitad de cancha, pero no llegaba con peligro al arco de Peralta.

El ánimo estaba caldeado, y más aún cuando Maximiliano Rodríguez, delantero por afuera del equipo de Escalada, le sacó la pelota de las manos a Luis Ventura para evitar que El Porvenir haga rápido un lateral, y se fue expulsado por doble amarilla. Al término del primer tiempo, las cosas se complicaron más ya que Nahuel Valiñas fue expulsado por agredir a Álvarez y El Porve se quedaba sin arquero suplente (lo cual iba a cobrar mayor relevancia promediando la segunda mitad y pensando en el próximo partido).

El segundo tiempo encontró un Talleres más retrasado y al Porve con la obligación de ir a buscar el empate. El ingreso de Argüello por Nieva generó un cambio táctico, pasando a defender con línea de tres y ubicando a Argüello como enganche. Sin claridad ni buen fútbol, El Porvenir encontró el empate con un tremendo remate de Cristian Benítez desde fuera del área que se clavó en el ángulo superior izquierdo de De La Fuente.

El 1 a 1 hacía pensar que El Porve se iba a llevar a Talleres por delante, más cuando el capitán del local, Darío Carpintero, se iba expulsado por doble amarilla tras una fuerte falta de atrás. A pesar de tener dos hombres menos y con el arquero suplente Diego Córdoba en cancha (De La Fuente salió lesionado), Talleres fue más inteligente y se paró mejor en el campo de juego. El Porvenir no pudo manejar la pelota ni ser profundo, sin llegadas por los costados ni juego asociado, y el local se mostraba mejor parado.

A falta de 10 minutos para el final, se produjo una jugada increíble. Tras un centro al área, Manuel Peralta, con pelota dominada en sus manos, le dejó el codo arriba a Álvarez. Penal e insólita expulsión del paraguayo. El Porvenir (más allá de la roja a Valiñas) ya había hecho los tres cambios, por lo que Daniel Chaves se hizo cargo del arco blanquinegro, pero no pudo detener el remate de Álvarez, que convirtió el penal pateando fuerte y al medio.

Con un hombre más, nervios por doquier y pocos minutos por delante, El Porvenir fue a buscar el empate de manera desordenada y desesperada. Apenas un centro bajo de Castro que contuvo Córdoba fue la aproximación más cercana al área de Talleres, que buscaba consumir los minutos finales. Pero en la última jugada del partido, un desborde de Gustavo Fernández (ingresó por Benítez) por derecha encontró en el área a Matías Castro que se anticipó a la mala salida de Córdoba y de cabeza estableció el 2 a 2 final.

El empate fue justo y puede analizarse viendo el vaso medio lleno o medio vacío. En la parte positiva, se logró un punto sobre la hora en el clásico y el equipo sigue sumando para escapar del promedio. La parte negativa indica que El Porvenir, aún con dos hombres más por momentos, no jugó bien ni creó peligro cuando tenía todo para ganarlo. Además de haber sido poco inteligente para jugar, lo fue también a la hora de las actitudes, lo cual deberá corregir pensando en la recta final de la primera mitad del campeonato.

Ramiro Pita