ME VOY A PIQUE, GLU GLU...

El Porvenir jugó mal y cayó 1 a 0 ante Yupanqui, con un increíble gol de Daniel Casais en el que la pelota hizo un raro pique delante de Eduardo González y se metió en el fondo del arco, y ahora los de Gerli se alejaron de la punta.


En Gerli se reinaba un buen clima de cara al choque ante el encumbrado Yupanqui, ya que el equipo de Marcelo Philipp arrastraba dos triunfos en serie y recibía a uno de los escoltas del líder Muñiz.

Con el regreso de Eduardo González en el arco como única variante, El Porvenir utilizó casi el mismo libreto que le dio resultado en la lluviosa tarde de Tapiales hace sólo tres días: doble línea de cuatro con dos volantes por los costados para hacer el ida y vuelta (Diego Ferreyra Campeñi y Alexis Leguizamón), un enganche y un delantero neto (Leandro Argüello y Robert Campaz Arboleda, respectivamente).

Al comienzo del encuentro, las armas que presentó el equipo local le fueron insuficientes para amedrentar al cuadro de Villa Lugano, que llegó al estadio Gildo Ghersinich decidido a llevarse los tres puntos.

Los de Roberto Romano fueron irrespetuosos, futbolísticamente hablando, con "El Porve" a quien lo apuraron y atacaron haciendo vislumbrar algunas grietas en la zona de contención local, por lo que el trámite les fue favorable al menos hasta los 30 minutos de la etapa inicial.

En ese primer lapso del partido, los dos mejores futbolistas fueron Daniel Casais, iniciador de cada jugada ofensiva del "Trapero", y el "Peque" González, quien se encargó de cerrar el arco de El Porvenir y de dar seguridad a un equipo que recién se despertó en los minutos finales de la etapa inicial.

Antes de que Sebastián Zunino diera el pitazo previo al entretiempo, apareció la categoría y la sapiencia del "Gordo" Argüello para general fútbol y situaciones de riesgo para el arco defendido por Darío Alemán.

Con la irresolución de Campaz Arboleda y con la situación desperdiciada por Leguizamón como imágenes simbólicas de esos últimos instantes, se fueron los primeros cuarenta y cinco minutos con la promesa de un incremento de audacia por parte de los dos equipos.

Lo cierto es que el arranque del complemento fue por demás monótono y mostró cierto conformismo de parte del cuadro visitante, que entendió ya haber hecho el gasto para intentar buscar el triunfo.

El Porvenir trató, a medida que pasaba el tiempo, de jugar asociadamente y por momentos lo logró.

Allí llegaron algunas situaciones de gol para los de Philipp, que no pudieron ser resueltas ni por Gustavo Fernández (ingresado en el comienzo del período) ni por Facundo De Seta en inmejorables posiciones.

Alemán también se encargó de desviar un gran remate de Leguizamón desde un vértice del área mayor.

Sin embargo, el fondo de El Porvenir empezó a hacer agua por el lado de Gonzalo Mosesso y las contras de los de celeste, comandadas siempre por Casais, hicieron daño en las inmediaciones de González y allí se produjo la apertura del marcador.

Un mal cierre del "tres" le cayó en los pies a la figura del equipo visitante, quien se sacó de encima a Nahuel Tecilla y remató al medio del arco, con la fortuna de encontrar un raro pique antes de llegar al arquero y la pelota finalmente se coló por encima de este último.

Increíble gol que destrabó un partido muy cerrado y que dejó un marcador que, a medida que pasaron los minutos, se tornó cada vez más inquebrantable.

Los locales se desesperaron y buscaron el empate, hasta con el propio González en la última jugada, pero el equipo de Romano se concentró más que nunca y garantizó la conquista de los tres puntos y del liderazgo del torneo.

Al "Porve" se le vino la noche y se hundió gracias a un pique desafortunado.

Aunque antes de eso, no había jugado bien y debe mejorar.

Guido Guichenduc