ROCK PARA EL NEGRO ATILA

Robert Campaz Arboleda aprovechó un error de la última línea de Lugano, huyó como un ladrón al que nunca pueden atrapar, con la pelota, y le dio los tres puntos a El Porvenir en su visita a Tapiales.


Se vislumbraba cierta levantada de El Porvenir antes de este partido y se terminó confirmando.

Atrás habían quedado el triunfo en General Rodríguez y la suspensión del compromiso ante Juventud Unida, por lo que el objetivo primordial era sumar tres puntos en Tapiales para acomodarse en los primeros puestos del campeonato.

Para eso, se veía venir un esquema similar a aquel "mezquino" que ganó ante Alem, aunque con intérpretes más ofensivos: Diego Ferreyra Campeñi y Alexis Leguizamón ocuparon las bandas de una mitad de la cancha mixta.

Sin embargo, antes de que se vislumbrara quién tomaría el protagonismo y quién esperaría, llegó al minuto la jugada que rompió todos los esquemas.

Leonel Gigli, presionado por Robert Campaz Arboleda, le dio un pase algo exigido a su arquero, quien no pudo con el mal estado del campo de juego y la lluvia y sólo vio como la "Pantera" les ganó en velocidad a todos y marcó el gol con el arco a su merced.

A partir de allí, Lugano se encegueció inexplicablemente, casi sin tener noción de que aún quedaban 80 y pico de minutos para torcer la situación, y buscó el arco de Manuel Peralta Salinas a puro pelotazo y sin ideas concretas.

Sólo cuando la pelota pasaba por los pies de Martín Ferrario, las jugadas en ataque del "Naranja" tenían cierto criterio y podían llegar a preocupar a la última línea visitante, comandada por Martín Pellegrino y Ezequiel Tecilla, aunque estos últimos jamás iban a permitir que el arquero "Guaraní" sufra algún susto.

Por su parte, "El Porve" no lograba hacer pie en la mitad de la cancha y sólo utilizó la búsqueda constante al goleador de la tarde para poder llegar al área adversaria.

En el complemento los roles se acentuaron y más aún con el lodazal en el que se disputaba el encuentro.

El Porvenir resignó toda posibilidad de intentar jugar con Leandro Argüello y se dedicó a esperar agazapado la posibilidad de contragolpear y sentenciar el partido.

Por el lado de Lugano, intentó con algunas pelotas paradas lograr la igualdad, aunque careció de poder de fuego en los últimos metros. Algo que pudo haber solucionado Mariano Panno, por ejemplo, pero el DT local esperó demasiado para incluirlo en cancha.

Luego de que el local se lo perdiera con un cabezazo de Panno, que se fue cerquita, y la visita hiciera lo propio con un testazo de Gabriel Toloza, que se estrelló en el palo, el árbitro Damián Rubino pitó el final y se apiadó de los presentes que fueron a ver fútbol y terminaron viendo lucha en el barro.

La victoria fue para los de Gerli, que se pusieron a cuatro de la punta (con un partido menos), y la lograron gracias a la "Pantera Colombiana".

Guido Guichenduc