Con más de la mitad de los partidos perdidos en catorce encuentros, Central Ballester debía ser la primera “víctima” de la remontada y así fue, el 1-0 que se complicó un poco sobre el final demostró que lo de Juventud Unida no fue un hecho aislado.
Si bien de entrada fueron los mismos nombres que jugaron por la Copa Argentina, se vio una variante táctica: Diego Ferreyra Campeñi abandonó en el sector derecho del medio campo para adelantarse y acompañar a Gustavo Fernández en la delantera y Maximiliano Fragueda se encargó de hacer la doble función de lateral-volante.
Este cambio de esquema fue un gran acierto por parte de Marcelo Pascutti, ya que el “Chucky” fue la figura del partido, generando peligro en el área rival y siendo partícipe necesario en la jugada del gol, ganando una pelota en el medio y mientras avanzaba hacia el arco, fue derribado por el veterano central Luis Orquera, quedándole la pelota servida al “Chino”, quien esquivó al arquero y definió con el arco libre para desatar el único festejo de la tarde.
El primer tiempo fue quizás el más tranquilo en lo que va del semestre para el local, que buscó el juego asociado en todo momento y hasta se vieron lujos, como tacos de Leandro Argüello para salir jugando y no para sobrar al débil rival, que se limitó a tirar pelotazos que caían siempre en la posición del “Facha” De Seta.
Finalizando la primera mitad, hubo otra muy clara para el “Porve”, en la que nuevamente Diego Ferreyra fue el protagonista, en la que en una pelota dividida choca con el guardameta Jonathan González y apurado en la definición, no le pudo dar precisión a su pierna zurda, haciendo que los hinchas se queden con las ganas de gritar el segundo.
El segundo tiempo tuvo a un “Canalla” mucho más comprometido con el partido que en el primero, no solo adelantándose en el terreno sino también buscando a Manuel Peralta Salinas desde varios sectores a través de fuertes remates del volante Damián Ponce.
El ingreso de Francisco Palma Pérez por el “Chucky” retrasó las líneas del dueño de casa que poco a poco fue refugiándose dentro del área y recién sobre la media hora tuvo su primer chance con un mano a mano del “Chino” bien atorado por el arquero.
Luego se desató la furia, las tres expulsiones en cinco minutos, Ponce en la visita y Brian Ferreira y Franco Lugo en el “Porve” caldearon el ambiente que en el final casi termina en escándalo.
Diego Molinelli marcó el final y Santiago Correa Cah escupió a Ezequiel Sandoval provocando un tumulto importante entre los futbolistas que finalmente no pasó a mayores a pesar de haber jugadores informados por el árbitro.
Párrafo aparte a los suplentes de Central Ballester, que se retiraron del campo de juego haciéndole gestos a la platea local, olvidándose que, sin ánimos de ofender, no están en posición de cargar a nadie.
El Porvenir aún permanece lejos en la lucha por el ascenso, pero con esta impronta que viene demostrando con el arribo del nuevo cuerpo técnico, sin dudas dará pelea hasta el final.
Alan Armada
