BLUES DE LA ARTILLERÍA

"Chino" los grita adentro y "Tano" afuera
Con el "Tano" Salomone alentando y con el "Chino" Fernández haciendo goles, El Porvenir se sacó de encima a San Miguel para respirar más aliviado en los promedios. ¡Goleadores!


La dura y vergonzosa derrota ante Yupanqui por 3 a 0 generó un clima de malestar en Gerli y puso en duda a algunos habituales titulares de cara al armado del equipo que enfrentaría a San Miguel en Gerli.

Por eso Gustavo Fernández, figura y goleador de El Porvenir, fue al banco de los suplentes junto a Damián Valdez (otro titular). ¿Castigo o movimiento táctico? Cualquiera haya sido el motivo, la jugada salió bárbara: el "Chino" entró en el segundo tiempo y volvió a ser el de antes, el de siempre.

Los primeros minutos, ya con olor a 0 a 0 final, mostraron a un equipo, el local, con más ganas y sacrificio que orden y juego, enfrentando a uno ordenado, prolijo y con poca creatividad.

En El Porvenir abundaban los pelotazos y las exigencias aéreas, con roces incluídos, de Adriano Fariña y Martín González buscando sacar alguna ventaja.

Por el lado del elenco de Los Polvorines, el único que podía llegar a generar algo distinto era Emiliano Mosman, pero cuando abandonó el partido por lesión, se acabó San Miguel.

Los últimos instantes del primer tiempo vieron el despertar de Leandro Argüello y, con él, las situaciones de gol en favor de los de blanco y negro: primero un tiro libre bárbaro del 10 que se fue rozando uno de los ángulos superiores, y luego con una corajeada del mismo "Gordo" para exigir a Ricardo Grieger.

No alcanzó, había que apelar a que Sergio Salomone (hincha presente en el estadio que lo vio marcar más de un gol) inspirara a alguno de los de arriba en el segundo tiempo para poder torcer un trámite por demás cerrado.

Y el indicado saltó desde el banco de los suplentes. Sí, el "Chino" Fernández.

Cuando habían transcurrido 20 minutos de predominio de los de Argüello y compañía, llegó un córner del enganche que conectó Lucas Vallejos y su remate encontró la cabeza del artillero del "Porve" que sentenció a Grieger y le dio la ventaja aliviadora a su gente.

Ya sin saber qué hacer, Patricio Hernández desde su banco de suplentes, tuvo que resignarse a observar cómo El Porvenir conquistó el segundo de la mano de su Samurai: otro tiro de esquina ejecutado por Argüello desembocó en un nuevo cabezazo de Fernández para demostrar que hay vida después de un 0-3 en contra y que hay goles después de Salomone (ojo, que quiere volver).

Sólo unos minutos del "Chino" bastaron para que los de casa se quedaran con la victoria, a pesar de que hubo que sufrir un descuento y la posterior incertidumbre que ello habitualmente genera.

El Porvenir no vislumbra con su juego, pero al menos está cumpliendo con la materia de ganar de local. ¿Los artilleros? Al servicio de la causa: uno alentando y otro continuando su legado.

Guido Guichenduc