UN PENAL, DOS ROJAS Y HASTA UN TIRO

Afuera no puede: El Porvenir viajó hasta la cancha de Juventud Unida para visitar a Central Ballester y no pudo revertir el karma que lo viene afectando en este 2014, ya que cada vez que salió de Gerli no sumó ni siquiera un punto. Esta vez fue por 1-0 y más allá que el local fue un justo ganador, el que se llevó todas las miradas fue el árbitro, Diego Molineri.


Con respecto al triunfazo con Atlas, hubo tan solo una modifiación, el que salió fue Martín González, para darle su lugar a Robert Campaz Arboleda y fue el colombiano quien más incomodó a la defensa Canalla en los primeros minutos, ya que tanto a él, como a Gabriel Toloza, los palos les negaron el primero grito de la tarde al blanquinegro, que arrancó mucho mejor y se fue desinflando con el correr de los minutos.

Uno de los factores por el que el rendimiento del Porve decayó se debió a la firmeza de la defensa, comandada por su eterno capitán, Luis Orquera, el cual se encontraba de festejo.

El Gori, como lo llaman al central de 42 años, la fecha pasada llegó a la suma de 800 partidos disputados en el fútbol argentino, arañando (salvando las distancias, claro está) el record de Hugo Orlando Gatti de 817, por lo que se llevó no solo una camiseta conmemorativa, sino también la pelota del encuentro firmada por sus compañeros.

Sobre el final de la primera etapa, llegó la jugada de la polémica, en la que Molineri le cobró un muy dudoso penal de Ezequiel Sandoval a Lucas Aragón, que Maximiliano Maciel pateó fuerte hacia la derecha de Manuel Peralta Salinas. Gol y al descanso.

Todo lo que pasó en el complemento en la parte deportiva, se vio opacada por lo que sucedió del lado de afuera del alambrado, ya que promediando esta segunda mitad, Marcelo Pascutti, técnico del blanquinegro se iba expulsado por protestar y una vez estando en la zona de vestuarios, discutió fuertemente con Marcelo Pereira, presidente del Canalla.

Enzo Ramos y el souvenir en su cuello.
(Foto: Ctral. Ballester, página no oficial de FB)
Hasta la fuerza policial tuvo que hacerse presente para poder separarlos, incluso abusándose de su posición, con el uso innecesario de palazos, amenazas y hasta un disparo de bala de goma, aparentemente accidental, que lastimó el cuello de un niño hincha de Ballester, que hicieron que Enrique Merelas, mandamás del Porve, responda totalmente desencajado mediante gritos que se pudieron apreciar a varios metros de distancia.

Pero la furia no terminaría ahí, debido a que Sandoval sumó su segunda amonestación y que Jonathan Medina y Gabriel Bistolfi (preparador físico) también fueron expulsados por el juez, fue el turno de Cristian Rodríguez, vicepresidente, quien manifestó su descontento, porque su queja de “vos no dirigís más” fue clara una vez finalizado el partido.

El fin de esta temporada está cada vez más cerca y ahora son solo cuatro partidos los que faltan afrontar, doce unidades que no vendrían nada mal para maquillar en cuestión de puntos, un campeonato digno de guardar en el baúl de los recuerdos prohibidos.

Alan Armada
@alanarmada23