Tras el pedido de los referentes del equipo hacía él y Héctor Varela, de lograr más privacidad para el grupo, hoy en día yo no se sienten agobiados por la presencia de dirigentes tanto a la hora de las comidas durante la concentración, como al momento de compartir el vestuario, al que ahora solamente pueden ingresar el Presidente y Vice luego de los partidos.
Se puede observar un mejor clima también a la hora de entrenar durante la semana y algunos jugadores, por lo bajo, ya cuentan sus ganas de quedarse para tratar de ascender el próximo campeonato con El Porve.
Ojalá que esta comunión entre los futbolistas y quienes se encargan de atender sus necesidades siga por el buen camino, ya que comenzaron a aparecer los resultados de local, con tres victorias consecutivas, a los que no vendría nada mal sumar también de a tres en Cañuelas, para dejar a los de Gerli prácticamente con los dos pies en Primera D, para así poder comenzar a diagramar el proyecto de la próxima temporada y poner la mira en un objetivo obvio, nada menos que el ascenso…