En la tarde del lunes, El Porvenir y Deportivo Muñiz no se sacaron ventajas en el inicio de la segunda etapa del campeonato.
Las manos fueron protagonistas de la jugada decisiva del partido, ya que la reciente incorporación, Lucas Vallejos, cortó un centro de manera indebida derivando en un penal bien contenido por Manuel Peralta Salinas.
¿Se ganó un punto? ¿Se perdieron dos? Es difícil llegar a una conclusión cuando se tuvo situaciones claras para convertir en el segundo tiempo y después se termina salvando la tarde atajando una pena máxima sobre la hora.
Las acciones en la previa ofrecían un trámite a favor del dueño de casa, el “Rayo Rojo” ya no es el que tuvo un comienzo del certamen prometedor.
No sólo perdió a su entrenador, Walter Piacenza, sino que llegaba a Gerli sin sus cuatro principales figuras: Emiliano Mosman, Esteban Carmenini e Gastón Illuminati, ya transferidos y Kevin Juan que también está a punto de hacerlo… ¿vestirá de blanco y negro?
Sin embargo, el desarrollo del juego en la primera mitad fue a favor de los dirigidos interinamente por Máximo Moreno.
No iban ni diez minutos cuando Pablo Lario reventó el palo derecho de Peralta Salinas.
Buen debut de Lucas Vallejos, que en noventa minutos aportó más presencia y firmeza que quien había sido traído para eso a principios de temporada, Martín Pellegrino, a lo largo de sus nueve partidos.
Casi se convierte en villano, pero la infracción en ese último centro al área, pasará rápidamente al olvido gracias al arquero guaraní.
El otro estreno del día, el de Martín González, fue prometedor.
No lo pesó llevar la 11 sobre sus espaldas y jugó un muy buen encuentro, incluso tuvo una chance de gol que fue bien obstaculizada por el arquero Luciano Berro.
El cuerpo técnico está muy conforme con el despliegue que está mostrando el “Chicha” y no tienen dudas que será de mucha utilidad para esta ronda que comenzó ayer.
En el complemento, fue el “Porve” quien contó con las principales incursiones al área rival, a la ya mencionada de González se le sumó una inmejorable oportunidad de Robert Campaz Arboleda, quien con el revés de su cabeza, envió la pelota a las manos de Berro.
Queda el último choque del año ante un complicado Argentino de Rosario que viene en levantada, en lo que será el viaje más largo que tendrá el equipo de Pascutti en el año.
Se desperdició otra chance de sumar de a tres como local, por lo que, en contra de todos los pronósticos por las realidades de ambos conjuntos, se buscará cerrar el 2013 con un resultado que deje un poco más tranquilo tanto a Marcelo Pascutti como a los jugadores.
Alan Armada