Esta mañana, El Porvenir se trasladó al predio que posee la Asociación del Fútbol Argentino en la localidad bonaerense de Ezeiza, para disputar con el Club Deportivo Morón el segundo amistoso de pretemporada. Contra todos los pronósticos, se volvió a Gerli con un triunfo frente a un rival que milita dos categorías por encima suyo.
Sin ilusionarse por demás, parece ser que el “porvenir” del blanquinegro, al menos es auspicioso. El entusiasmo y la confianza que se puede ver todos los días durante las prácticas, también se materializa dentro del campo de juego: el gran nivel demostrado con Sacachispas se hizo extensivo a la jornada de hoy frente al “Gallo” comandado por Mario G.
No cabe duda que, silbando por lo bajo y con trabajo de hormiga, la posición en la que se encuentra el equipo al día de hoy en la tabla de posiciones, será abandonada sin ninguna dificultad.
En el primer turno, Marcelo Pascutti repitió el 3-4-1-2 que viene planteando desde que comenzó el año y casi con los mismos intérpretes. La única modificación pasó por el ingreso de Nicolás Cignetti en el sector izquierdo del mediocampo, en lugar de Leandro Gómez, quien no fue de la partida ya que no venía entrenándose con normalidad por una afección en una pieza dental.
A pesar de haber contado con tres situaciones de gol claras en la primera etapa, el marcador recién se abriría en el complemento tras los ingresos de Ángel Cuevas y Robert Campaz Arboleda.
Justamente, el primero habilitó al segundo, quien al quedar mano a mano frente a “Chiche” Migliardi, realizó una exquisita definición picando la pelota por sobre el cuerpo del arquero.
Ya en el segundo partido, solo los autores materiales e intelectuales de ese primer tanto, más Martín González que había entrado junto a ellos, permanecieron en la cancha pese al cambio de dibujo táctico a un 4-4-2 para medirse frente a los suplentes de los del oeste.
Aquí otra vez la presencia de “Cuevitas” sería fundamental, ya que el propio jugador se pondría la pilcha de goleador para marcar el 1-0 parcial, que finalmente no se iba a poder mantener.
Lamentablemente, el amor propio de su rival hizo que de a poco se fuera arrimando al arco defendido por Eduardo González primero y Ángel Arboleda Mairongo después, para dar vuelta las acciones y así poder irse de Ezeiza salvando el honor.
Repetimos, sin hacer escándalos y trabajando con mesura, este equipo dará vuelta este complicado presente y por lo pronto, se espera al puntero, San Martín de Burzaco con los brazos abiertos para dar el primer paso en la lucha por salir adelante.
¡Confiamos en ustedes!
Alan Armada