LA CAMPANA SONÓ (GUIDO GUICHENDUC)

El Porvenir dio el batacazo en Campana, bajó al líder y sumó su segunda victoria al hilo.

¡Así te queremos ver, Porve! Tras quedar 2 a 1 en desventaja, el equipo de Néstor Rapa se lo dio vuelta a Villa Dálmine mediante sus delanteros que siguen afiladísimos. Este 3 a 2 lo logró gracias a la inteligencia del planteo, a los hombres de experiencia que nunca se cayeron en lo anímico, y a la valentía de sus hombres de ataque.

El primer tiempo encontró a un Violeta tomando la iniciativa, pero incomodísimo a la hora de entrar al área de los hermanos Peralta. Cada vez que la agarraba Raúl Alejandro Pérez, había dos hombres de blanco y negro atentos y a pocos centímetros del número diez local. Del otro lado, un Porve contragolpeador logró lastimar al rival, en más de una ocasión, de la mano del manejo del Walter Jiménez y de la presión que ejercían Ricardo Vera y Gabriel Toloza sobre los dubitativos laterales. De este modo llegó la apertura del marcador: gran jugada del Jiménez recorriendo el área y limpiando rivales, la pelota cruza dos veces el área de Agustín Gómez y le cae nuevamente al Lorito que, de primera, la mandó a guardar y decretó la sorpresiva apertura del marcador. Un marcador que castigaba injustamente a los locales, pero premiaba la táctica del visitante y la sorpresa con la que llegaban los atacantes.
Ahí, el conjunto dirigido por Walter Otta, entró en desesperación y le permitió al Porve controlar los tibios avances de su rival. Sin embargo, un error defensivo obligó a Gabriel Ramón a hacer una falta cerca del área (fue amonestado y debió ser expulsado) y le dio al rival la oportunidad de igualar mediante un tiro libre exquisito de Yair Rodríguez que dejó sin reacción al golero paraguayo Manuel Peralta. Gol y final de una primera etapa algo friccionada pero llena de buenas intenciones, que no hicieron más que explicar el por qué de la igualdad.
En el complemento arrancó con el dominio de un Porve que salió enchufado y con ganas de llevarse el partido, pero se cayó a pedazos con el garrafal error del arquero guaraní que le dio el 2 a 1 a Villa Dálmine luego del fácil remate de Julio César Navarro.
Partido ideal para el Campanero, que acorraló a un atónito rival y le comenzó a manejar con claridad la pelota. En cualquier momento caía el tercero y la definición del partido, hasta que Rapa metió los cambios que modificaron el rumbo. Con el ingreso de Aguirre, El Porvenir recuperó la pelota y se le fue al humo a los violetas, quienes jugaban casi al límite en la última línea. Sin embargo, fue Diego Gamarra el que terminó siendo determinante para lograr el merecido 2 a 2: jugada del 17, habilitación para Gabriel Toloza y definición del nueve entre las piernas de Gómez.
A partir de allí, se vio lo mejor del encuentro. Los locales apretaron el acelerador y atacaron constantemente por las bandas, pero las réplicas del trío Vera – Gamarra – Solchaga (ingresó por un cansado Toloza) dejaban al líder, una y otra vez, al borde del knock out.
Finalmente llegó el tiro de gracia de los de Gerli: nueva habilitación de Gamarra, esta vez para el Chipi Vera quien definió con frialdad y categoría para desatar una locura incontenible en el Sur del Gran Buenos Aires. Es que este El Porvenir de locos, se quiere meter en el reducido… En la C no aguanta más.