VIEJO CARYL CHESSMAN

El Porvenir recuperó la sonrisa y vapuleó a Fénix de la mano del viejo pícaro de Daniel Chaves quien jugó, hizo jugar y asistió en el mejor partido de los de Gerli en el torneo.

El equipo de Carlos Enrique y Luis Ventura recibió en su estadio al Fénix de Oscar Santángelo y lo venció con claridad 2 a 0 gracias al despliegue y el fútbol que le aportó Daniel Chaves, y a los goles de Cristian Benítez y Mauro Del Corro.
El presente no era alentador pero tampoco alarmante. Un “Porve” golpeado por las lesiones, que venía de pasar angustiosamente de fase en la Copa Argentina, debía volver a la victoria justo ante un rival encumbrado que sólo había perdido una vez en el torneo.
Los primeros minutos fueron divididos, ya que tanto locales como visitantes trataban bien la pelota y tenían argumentos en ofensiva para lastimar al rival. Cristian Benítez, por un lado, y Lionel Fonzalida, por el otro, tuvieron sus chances para abrir el marcador e hicieron sacar las lagañas de todos los presentes en la mañana del Sur.
Con el correr de los minutos las situaciones más peligrosas eran de El Porvenir y el duelo de la mitad de la cancha lo empezó a ganar con comodidad debido a la firmeza y el entendimiento de la dupla conformada por Nicolás Medina y Ezequiel Lovisa. A esto último había que sumarle el despliegue, la recuperación, el criterio y la capacidad ofensiva del viejo Daniel Chaves para iluminarles a los delanteros los caminos que conducían al arco defendido por Mariano Mittelman.
El gol del “Tanque” Benítez fue una consecuencia de aquel dominio. Matías Castro (de buena labor) encaró a pura velocidad hasta la puerta de área penal y lo vio entrar solo al ex atacante de Temperley, quien no tuvo que hacer nada más que empujarla al gol y ante la inútil estirada del arquero adversario.
Sin advertirse desesperación alguna por el lado de los de Pilar, el dueño de casa siguió dominando la pelota con algo más de precaución que en los primeros minutos y fue estirando el desarrollo del primer tiempo hasta que el árbitro Ariel Penel dijo “basta” y lo dio por terminado.
El complemento fue otra historia. Lo de El Porvenir fue vertical y profundo porque Chaves siguió haciendo de las suyas, porque Mauro Del Corro entró en acción y porque los laterales se animaron a atacar con más frecuencia.
Entre las situaciones más claras con las que contó el local se encuentran dos de Castro (una definió apurado y alto tras un contragolpe encabezado por Yair Marín, y en la otra se le fue apenas rozando un poste), una de Benítez y otra de Facundo De Seta.
Pero el segundo gol finalmente llegaría tras una excelente combinación entre Castro y Chaves, que derivó en la magnífica asistencia de este último para un solitario Del Corro que paró la pelota y definió al primer palo del arquero.
Historia sentenciada. Más allá de los cuatro delanteros con los que terminó jugando el “Cuervo”, el partido estaba resuelto porque Nico Medina manejó la mitad de la cancha a su antojo y no iba a dejar progresar nunca a la visita. Incluso el resultado pudo haber sido más abultado, ya que el ingreso de Hernán Asim le aportó frescura, ideas e ilusiones de goleada.
Final y respiro profundo para los hinchas del “Porve”. Porque volvió a la victoria, porque jugó bárbaro y porque tiene a un viejo astuto y luchador en el medio como Daniel Chaves.

GUIDO GUICHENDUC