NADIE ES CAPAZ DE MATARTE EN MI ALMA

El Porvenir goleó 4 a 0 a Sacachispas pero se fue a la Primera D por las victorias de Luján y San Miguel, sin embargo los hinchas apoyaron al equipo y demostraron que la pasión no entiende de categorías.
Terminó la novela de 38 fechas y no alcanzó. El mejor de los capítulos tuvo el final más triste de la historia para el conjunto dirigido por Gabriel Ramón. Los de Gerli hicieron los deberes y golearon al elenco de Villa Soldati, sin embargo los ojos de los fanáticos y de los jugadores se llenaron de lágrimas de descenso debido a los resultados de otras canchas.

Sin tener la posibilidad de escuchar la radio, los once futbolistas que saltaron a la cancha con la camiseta blanca y negra, arrancaron muy nerviosos el partido ante los dirigidos por Horacio Bidevich. La pelota no le llegaba a Leandro Argüello y los puntas no podían ser abastecidos.
Cuando el "Lila" comenzaba a inquietar de la mano de Pablo Casado y Marcos Doracio, llegó la temprana lesión de Raúl Nieva y el cambio de esquema con la inclusión de Gustavo Fernández.

A partir de allí, El Porvenir fue otro y arrasó a su rival. El "Chino" Fernández recibió de Gustavo Pastor y le dio desde afuera del área para clavarla junto al palo derecho de Jonathan Villa para poner el 1 a 0 que momentáneamente salvaba a su equipo del descenso.

La alegría duró muy poco (al menos en las gargantas de los hinchas que aún gritaban el gol) ya que en Luján, Guillermo Bogado ponía en ventaja al equipo de la basílica y sentenciaba la suerte del "Porve".

Lejos de enterarse de aquella mala noticia, dentro del campo de juego los locales siguieron avasallando a su rival de la mano del "Diecisiete".
Mariano Romero asistió al goleador de la tarde, y éste se sacó de encima a Sergio Luque y al arquero, para definir bajo el arco y llenarse la boca de gol.

Minutos antes de conocerse el gol de Fabián Páez en Tapiales, llegó el golazo de Matías Italiani, que combinó con Argüello y la cruzó ante la mirada de Villa. Primer tiempo perfecto que no alcanzaba.

El complemento se inició y rápidamente llegaron el segundo y el tercero de Luján. Ahí se sepultaron definitivamente las chances de permanecer en la divisional y el resto del partido transcurrió con el monólogo de un desanimado local ante la impotencia del rival y el silencio conmovedor del público presente.

El gol de Mariano Romero le puso sentencia al partido y a una campaña notable de este equipo, lamentablemente no alcanzó.

El final del partido mostró a los jugadores ofreciendo sus camisetas a los hinchas que, a pesar del dolor y el llanto, los despidieron con un aplauso cerrado y un interminable grito de "soy del Porve" que promete volver pronto.

Guido Guichenduc