QUINTA A FONDO

Ya sobre el mediodía, la siguiente división sería la encargada de continuar con la fiesta, aunque tuvo un partido bastante más complicado que su antecesora.
Luchó, corrió y metió para poder imponerse por 3-2 a Sportivo Dock Sud de la mano del capitán Nahuel Tecilla, autor de dos goles de penal.


En esta oportunidad había un solo resultado posible, había que ganar o ganar para no darle chances a Berazategui de llegar a la punta y aunque costó, todos terminaron contentos.

Los once elegidos por los técnicos esta vez fueron:
Ayrton Montenegro; Ezequiel Gayoso, Federico Moreno, Nahuel Tecilla, Leonardo Scassi (Nicolás Grahsmugg); Alexis Monzón (Nahuel Díaz Ponce), Jonathan Loto (Isaias Rojas), Rodrigo Jamardo, Lucas Ayala; Pablo Hermida y Julián Grecco.

A su vez, Patricio Cuevas, Jonathan Cristaldo, Ezequiel Antonini y Lucas Cazares aguardaron su chance en el banco pero no participaron del partido.

Se sufrió desde el comienzo, el equipo no lograba entrar en sintonía, pero sin embargo Tecilla abrió el marcador con un tiro desde los doce pasos, parecía que metafóricamente salía el sol (no literal, ya que fue una soleada jornada que por momentos se tornó dura de sobrellevar) pero el rápido empate y un segundo gol del “Docke” ni bien comenzado el complemento complicaría el asunto.

Este segundo tanto provocó la reacción y Lucas Ayala logró emparejar las cosas luego de una gran jugada colectiva en la puerta del área.

El “Porve” fue por más y el mismo Tecilla aprovechó su segundo penal del día para sellar el marcador y poner punto final a una magnifica campaña que incluyó una racha de más de veinte partidos sin conocer la derrota.

Durante los festejos, el capitán muy emocionado afirmó: “los dos goles de hoy son tan importantes como mi debut en primera”.

El “Flaco” no es el único de la quinta que hoy en día se entrena bajo las ordenes de Marcelo Pascutti en el Gildo Ghersinich, y al igual que con la cuarta, hubo futbolistas como Germán Jiménez y Enzo Gómez Leguizamón que fueron a alentar a los dirigidos por la dupla Godoy-Crespo Quintero en la consagración.

No sólo hubo otra vuelta olímpica en el Lopreiato, sino también la certeza que estos chicos que no tienen nada de chicos, tienen no un futuro, sino un “Porvenir” inmenso.

Alan Armada